Programa de Certificación Docente y de Calidad en los Servicios en IBERO Tijuana

Como parte del compromiso con la excelencia académica en la formación integral, la IBERO Tijuana lanzó el Programa de Certificación Docente y de Calidad en los Servicios, basado en el Estándar de Competencia del Sistema Nacional de Competencias (CONOCER), con el objetivo de reconocer y validar el trabajo profesional del personal, al tiempo que permite fortalecer las capacidades con base en referentes nacionales de calidad y desempeño.
El director general de IBERO Tijuana, Mtro. Florentino Badial Hernández, celebró la implementación de este programa y subrayó que este proceso también busca fortalecer la vivencia de los valores ignacianos en la práctica docente y en el acompañamiento académico.
“Esta certificación no es simplemente un trámite técnico o administrativo. En IBERO Tijuana le damos un significado más profundo: la entendemos como parte de nuestro compromiso con la formación integral, la mejora continua y, sobre todo, con la misión educativa que nos inspira desde nuestra identidad jesuita”, compartió.

Destacó que este esfuerzo forma parte de una visión por consolidar una comunidad académica que enseña con calidad, se forma de manera continua, comparte saberes y actúa con conciencia crítica, compromiso social y sensibilidad hacia el estudiantado: “Certificarse en el estándar CONOCER es un proceso que exige reflexión, práctica, retroalimentación y mejora constante. Es una manera de profesionalizar aquello que muchas y muchos docentes ya realizan con entrega, ahora dentro de un marco nacional que lo reconoce y valida”.
Por su parte, el Mtro. Víctor Soto Aguilar, director general del Instituto Nacional para el Desarrollo y la Capacidad Corporativa (INDECC), explicó que los cursos tienen una duración de 20 horas, enfocados a la formación del capital humano, donde cada docente presentó una sesión de una hora ante un comité evaluador externo.
“Buscamos formar instructores capaces de impartir clases de forma efectiva. Que logren generar procesos de enseñanza-aprendizaje significativos, en los que el estudiante no solo aprenda, sino que también se sienta satisfecho con lo aprendido”, señaló el Mtro. Soto.

De esta manera, la certificación se realizó con el diseño de sesiones, planeación didáctica, conducción del aprendizaje y evaluación de resultados de maestras y maestros, con un sentido humano, vocación de servicio y un firme compromiso ético de la institución educativa jesuita.
Por Daniel Iglesias
